sábado, 1 de diciembre de 2012

La obsesión por los videojuegos


La pasión por los videojuegos

El boom de las consolas ha irrumpido en nuestra sociedad desde hace algún tiempo con gran fuerza, pero realmente preocupa en las familias el uso y abuso que se hace de las mismas por parte de sus miembros y en especial de los hijos.
Los videojuegos suponen la actividad de ocio preferida por los niños por encima de toda una larga lista.
Suponen también parte de lo cotidiano en la vida del niño y acaparan la atención en la conversación.
Según algunos psicólogos, un niño debe jugar con los videojuegos un promedio máximo de una hora diaria o esto debe estar sujeto a las actividades que el niño lleve a cabo y a su comportamiento progresivo con respecto a estos videojuegos.

Entre algunas de sus ventajas podemos citar las siguientes:

  • Favorecen la organización espacio-temporal.
  • Coordinación oculomotora.
  • Desarrollo de destrezas básicas como la rapidez de reflejos y la memoria.
  • Puesta en práctica de estrategias.
  • Desarrollan el instinto de superación.
  • Algunos permiten mejorar y acrecentar la rapidez de razonamiento.
  • Estimulan la concentración, por lo que pueden ser muy adecuados para niños hiperactivos o con déficit de atención.
  • Puede favorecer el contacto social y la participación en actividades comunes con otros niños al intercambiar videojuegos.
  • Superación en el niño, pues muchas veces perderá y tendrá que intentarlo de nuevo hasta que consiga su objetivo.
  • Aumento  de la tolerancia frente al fracaso.

El uso de los videojuegos también cuenta con inconvenientes que en general son:

  • Pueden producir nerviosismo y ansiedad.
  • Pueden transmitir valores inadecuados.
  • Pueden provocar un cierto retraso en el proceso de socialización e incluso un aislamiento.
  • La excesiva estimulación de concentración puede llegar a provocar falta de atención hacia su entorno.

Algunas otras pautas que pueden servir a los padres para controlar un uso racional de los videojuegos:

  • En primer lugar debemos hacer propuestas alternativas de ocio puesto que depende de los padres que los hijos se interesen por otras actividades.
  • Otra sería interesarnos por todo lo que rodea al videojuego y acompañar al chico en algunos momentos de juego..., es la mejor manera de compartir intereses con él, de conocer su mundo y sus inquietudes. Como padres nos podemos asomar también a este mundo que desborda la imaginación; nosotros también viviremos con nuestros hijos aventuras, trazaremos estrategias, adoptaremos distintas personalidades y desarrollaremos habilidades en este mundo fascinante. Sólo así sabremos qué es lo que atrae a nuestros hijos, les emociona y ¿por qué nos preocupa a nosotros?
  • De los padres depende así mismo la selección de estos juegos, eligiendo aquellos que no contengan tintes sexistas, violentos o insolidarios. Los hay de estrategia como: el ajedrez o los deportivos; de aventuras fantásticas (muy solicitados) y educativos (la mayoría para ordenadores).En general podemos apuntar las siguientes normas fundamentales:
  • Debemos elegir un juego que permita grabar la parte del juego que ha sido realizada.
  • Son recomendables aquellos juegos que permiten intervenir a más de un jugador.
  • Los juegos que tienen un número interminable de pantallas generan ansiedad porque no se ve el momento de llegar al final.
  • Los valores que aparecen implícitos deben ser de nuestro agrado.
  • No son recomendables los juegos que incluyen violencia gratuita o que fomentan la destrucción.

No olvidemos que el uso excesivo de los videojuegos solo traerá consecuencias perjudiciales; por eso, tienes que ponerle horarios a tu niño, y si es posible, siempre tienes que estar supervisándolo.